
Me metí a la ducha mil veces más consciente de que esto que estaba viviendo hoy, no lo volvería a vivir en un largo tiempo. Iba a estar sola, aunque otra chica que también se gano una beca en este país, México, iba a compartir apartamento conmigo. Pero no era lo mismo, era una completa desconocida para mí.
Me vestí con un abrigo blanco y un pantalón entubado. Estaba haciendo demasiado frio, aunque no lo suficiente para que trasladaran el vuelo otra vez. Luego, empecé a leer las cartas que le había hecho a mis más cercanos amigos que me acompañarían al aeropuerto y mientras las leía luchaba por detener las lágrimas que se querían salir de mis ojos. Las cartas estaban perfectas, todavía no sabía cuál era la más larga, probablemente la de Mel o la de Nick, solo sé que nunca había hecho cartas tan largas en mi vida.
También había hecho cartas para mama, papa y mi hermano, pero las de ellos se las dejaría en sus camas, ya que si se las entregaba en el aeropuerto, me daría un ataque del corazón.
Salí de mi habitación, que quedaba en el segundo piso y le eche un vistazo al piso de abajo, mis padres me estaban preparando el desayuno. Así que les deje las cartas en el baño de su habitación, ya que sabía que allí no entrarían hasta que regresaran.
¿Por qué los iba a extrañar tanto? Todo chica sueña con el día en que sea independiente y ya no reciba ordenes, pero yo no me podía quejar, me había tocado la mejor familia.
Así que baje y me senté, comiendo el desayuno que mis padres habían preparado sin mucho entusiasmo.
Y así paso el tiempo rápido, y en menos de lo que pensé ya había llegado al aeropuerto y me tenía que bajar del auto de mis padres. Mientras ellos me ayudaban con las maletas, yo llevaba las cartas para mis amigos en mis manos y el corazón me latía cada vez más rápido.
Entre por la puerta etiquetada como “vuelos internacionales” y en una pequeña sala estaban mis amigos, sentados, inquietos, esperando. Salí casi corriendo contra ellos y les di un fuerte abrazo, luego me senté en medio de ellos, viendo como cada vez mi vuelo subía en los puestos de salida.
Y entonces cuando mi vuelo estaba de segundo en la lista, se empezaron a despedir. Los

La siguiente Fue Mel, quien estaba empapada en lagrimas y me entregaba una carta gigante, como un afiche, pero con letra pequeña. Ella también se había inspirado como yo, le dije “gracias Mel te quiero como a nadie” pero lo último no se escucho porque la tristeza se estaba llevando mi voz.
Y el siguiente fue Nick, que estaba llorando y sus ojos se estaban volviendo cada vez más claros, que es lo que le pasa cuando llora. Verlo asi, era horroroso, espantoso, me partía el alma. Me entrego una carta en un papel blanco como la nieve, marcada con su pequeña letra perfecta y al abrazarlo le dije al oido:
-No me olvides por favor-
-Sabes que no lo hare- Me dijo con voz quebrada
-Te quiero mucho- Y rompí a llorar, y llore tan fuerte que la cabeza ya me estaba doliendo.
-Yo también- Susurro mientras sentía como sus lagrimas pasaban de su mejilla a la mía.
Era lo más triste que había vivido. Quería dejar de sentir esa tristeza. Quería que me llevara. Mejor, quería llevármelos a todos conmigo. Yo no podía pensar bien, esa lluvia de sentimientos no me dejaba decir lo que les quería decir, entonces recordé mis cartas. Las tenía en las manos y se me había olvidado que estaban ahí.
Se las entregue uno por uno. Y les prometí que los iba a llamar cuando llegara. Me despedí de mis padres, les dije que sus cartas y la de mi hermano estaban en su cuarto y entre sollozos les agradecí por todo y les dije que los iba a extrañar, los estaba abrazando cuando por el altavoz llamaban a los pasajeros de mi vuelo.
Entre los últimos abrazos de despedida escuche:
-Mucha suerte Dany vas a llegar bien, y vas a estudiar la carrera que quieres, sabes que te amamos- Dijo mama- Y promete que llamaras. “Si mama, te amo” Le respondí
-Te amo Cielo- Dijo papa- Llámame, y que Dios te bendiga- . “Te amo papa, eres el mejor” Fue lo único que pude decir
-Te quiero- Dijo mi hermano menor- y mucha suerte. Le respondí con un gran beso en la mejilla
-Te vamos a extrañar- Dijo Diego
-Consíguete un bonito novio en España, y tráeme uno cuando vengas- Dijo Violeta tratándome de hacerme reír con una mueca que intentaba ser una sonrisa
Mel y Nick se limitaron a abrazarme porque se notaba que estaban más tristes que los demás. Los abrace lo más fuerte que pude y me encamine hacia el avión. Y mientras revisaban que los papeles estuvieran en orden, yo los miraba por el vidrio que nos dividía, viendo como papa abrazaba a mama y Mel se sentaba emotivamente a llorar. Decidí parar de mirar para no hacerme más daño y me encamine hacia el avion...
mmm Nick (L)
ResponderEliminar"Te quiero mucho- Y rompí a llorar, y llore tan fuerte que la cabeza ya me estaba doliendo.
-Yo también- Susurro mientras sentía como sus lagrimas pasaban de su mejilla a la mía"
Me ha encantado esta parte
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